Los daños morales y psicológicos pueden dejar una huella profunda en la vida de una persona. Si has sido víctima de una situación que te ha generado angustia, ansiedad, humillación o sufrimiento emocional, es posible que tengas derecho a reclamar una indemnización por daños morales y psicológicos.
En este artículo te explicamos qué se considera daño moral o psicológico en términos legales, en qué casos puede reclamarse, qué pruebas son necesarias y cómo puede ayudarte un perito en el proceso.
¿QUÉ SON LOS DAÑOS MORALES Y PSICOLÓGICOS?
Los daños morales son aquellos perjuicios que afectan a la esfera personal e íntima de una persona, sin necesidad de que exista un daño físico o económico directo. Abarcan el sufrimiento emocional, la pérdida de calidad de vida, el daño a la reputación o la dignidad, entre otros.
Por su parte, los daños psicológicos se refieren a alteraciones emocionales o mentales derivadas de un hecho traumático o injusto, como ansiedad, depresión, estrés postraumático o trastornos del sueño, entre otros.
¿CUÁNDO SE PUEDE RECLAMAR UNA INDEMNIZACIÓN?
Se puede reclamar una indemnización por daños morales y psicológicos cuando se ha producido un hecho que haya causado un perjuicio personal significativo y que sea atribuible a la acción u omisión de otra persona, ya sea de forma intencional o por negligencia.
Algunos ejemplos comunes:
- Acoso laboral o mobbing.
- Violencia de género o familiar.
- Accidentes de tráfico o laborales.
- Negligencias médicas.
- Difamación o intromisión ilegítima en el honor.
- Incumplimiento de contrato o de custodia en divorcios.
¿QUÉ REQUISITOS DEBE CUMPLIR LA RECLAMACIÓN?
Para que la reclamación prospere, es necesario cumplir estos requisitos:
- Existencia del daño moral o psicológico real.
- Relación causal entre el hecho y el daño.
- Responsabilidad del demandado.
- Cuantificación económica del perjuicio.
A diferencia de los daños materiales, los morales y psicológicos no siempre son evidentes, por lo que será esencial acreditar su existencia con pruebas periciales.
¿CÓMO SE DEMUESTRA UN DAÑO MORAL O PSICOLÓGICO?
La prueba pericial psicológica o psiquiátrica es fundamental. Un perito experto analiza el estado emocional de la persona afectada, evalúa los efectos del hecho traumático y emite un informe pericial que puede ser presentado ante el juzgado.
Este informe puede incluir:
- Diagnóstico clínico.
- Descripción de los síntomas.
- Relación con el hecho causante.
- Repercusiones en la vida diaria.
- Tratamiento necesario o seguimiento.
En muchos casos también se utilizan informes de peritos médicos, informes laborales o testimonios para reforzar la reclamación.
¿QUÉ PAPEL TIENE EL PERITO EN ESTOS CASOS?
El perito es clave para acreditar que:
- El daño psicológico existe y tiene entidad clínica.
- Ha sido causado o agravado por los hechos denunciados.
- Tiene consecuencias funcionales o emocionales medibles.
- Su valoración económica puede cuantificarse razonablemente.
En Peritos Legales contamos con psicólogos, psiquiatras y peritos especializados que elaboran informes objetivos, válidos jurídicamente, y los ratifican en juicio si es necesario.
¿CUÁNTO SE PUEDE RECLAMAR POR DAÑOS MORALES?
No existe una tarifa fija. La indemnización se calcula caso por caso, atendiendo a factores como:
- Gravedad del daño.
- Duración de los efectos.
- Necesidad de tratamiento.
- Impacto en la vida personal, familiar o laboral.
- Existencia de agravantes (violencia, reincidencia, etc.).
La jurisprudencia española ha concedido indemnizaciones desde los 3.000 € hasta más de 100.000 €, según la intensidad del daño y las circunstancias del caso.
IMPORTANCIA DEL INFORME PERICIAL MÉDICO
En muchos casos, además del informe psicológico, es recomendable (e incluso necesario) contar con un informe pericial médico que respalde la existencia de consecuencias físicas derivadas del daño sufrido o que complemente el diagnóstico psicológico.
El informe pericial médico puede ser determinante en situaciones como:
- Secuelas físicas derivadas del estrés o la ansiedad (como trastornos digestivos, dermatológicos, cardiacos o del sueño).
- Acreditación de incapacidad temporal o permanente asociada al daño emocional.
- Evaluación del impacto en la salud general del afectado, especialmente en casos de negligencia médica, accidentes o agresiones.
Este tipo de informe debe ser elaborado por un médico colegiado con experiencia pericial, que valore de forma objetiva el estado de salud del paciente, el origen del daño y su repercusión clínica.
Al igual que ocurre con el informe psicológico, el informe médico refuerza la credibilidad de la reclamación y facilita la cuantificación de la indemnización, sobre todo si existe una relación clara entre el daño y el hecho causante.
¿QUÉ PASOS DEBES SEGUIR PARA RECLAMAR?
Recopila toda la documentación del caso
- Consulta con un abogado especializado.
- Solicita un informe pericial psicológico o médico.
- Presenta la demanda civil o penal (según el caso).
- Aporta todas las pruebas en el proceso judicial.
Cuanto más sólido sea tu informe pericial, mayor probabilidad de éxito tendrás.
En conclusión, reclamar una indemnización por daños morales y psicológicos es un proceso delicado, pero necesario para restituir parte del sufrimiento sufrido. La clave está en contar con una buena prueba pericial que respalde tu caso con rigor técnico y objetividad.
En Peritos Legales te ayudamos a demostrar el daño psicológico con informes sólidos y defensa pericial en juicio.