La grafoscopía es una disciplina pericial que se encarga del estudio y análisis de la escritura manuscrita, con el objetivo de verificar la autenticidad de firmas y documentos. Es una herramienta fundamental en el ámbito judicial, ya que permite determinar si un escrito ha sido falsificado o si corresponde realmente a su autor.
¿QUÉ ES LA GRAFOSCOPÍA?
La grafoscopía —también conocida como análisis grafoscópico— es una rama de la criminalística y la documentología que se centra en la identificación de autores de manuscritos. A diferencia de la grafología, que estudia la personalidad del escribiente, la grafoscopía se limita al análisis técnico de la escritura para verificar su autoría.
Este análisis incluye aspectos como:
- El trazo y la presión del útil escribiente (bolígrafo, rotulador, etc.).
- La forma, proporción y tamaño de las letras.
- El ritmo de escritura y los movimientos naturales.
- Las interrupciones, temblores o señales de duda.
Todo ello se evalúa comparando documentos dubitados (cuya autenticidad se pone en duda) con documentos indubitados (cuyo autor está plenamente identificado).
¿QUÉ HACE UN PERITO EN GRAFOSCOPÍA?
El perito grafoscópico es un especialista capacitado para emitir dictámenes sobre la autenticidad de escrituras y firmas en el marco de procedimientos judiciales, administrativos o privados.
Entre sus principales funciones destacan:
- Analizar firmas o textos manuscritos para comprobar si han sido realizados por una persona en concreto.
- Detectar falsificaciones, alteraciones o manipulaciones en documentos.
- Emitir informes periciales que se presentan como prueba en juicios civiles, penales o laborales.
- Ratificar su dictamen en sede judicial, explicando de forma clara sus conclusiones ante el juez.
Su trabajo es fundamental en casos como:
- Impugnación de testamentos o contratos.
- Fraudes documentales.
- Suplantaciones de identidad.
- Litigios por deudas o préstamos firmados.
¿QUÉ VALOR TIENE EL INFORME DEL PERITO GRAFOSCÓPICO EN JUICIO?
El informe pericial elaborado por un perito grafoscópico tiene un alto valor probatorio, siempre que esté debidamente fundamentado y realizado por un profesional cualificado. El juez lo valorará junto con el resto de pruebas, pudiendo ser decisivo para resolver el caso.
Además, si el perito ha sido designado por el juzgado o propuesto por una de las partes con todas las garantías procesales, su dictamen puede inclinar la balanza en procesos de gran relevancia económica o penal.
¿QUÉ FORMACIÓN DEBE TENER UN PERITO EN GRAFOSCOPÍA?
Aunque en España no existe una titulación oficial única para ejercer como perito grafoscópico, los tribunales exigen que el profesional cuente con formación específica y experiencia acreditada. Suele formarse en áreas como:
- Documentoscopia y criminalística.
- Técnicas de comparación de escritura y firma.
- Legislación procesal relativa a la prueba pericial.
Muchos peritos ejercen de forma independiente y se encuentran inscritos en registros oficiales o asociaciones profesionales de peritos judiciales.
En conclusión, la grafoscopía es una disciplina técnica de gran valor legal, y el perito grafoscópico es un profesional esencial en el esclarecimiento de controversias relacionadas con documentos manuscritos. Contar con un dictamen grafoscópico puede marcar la diferencia entre ganar o perder un juicio.
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En Peritos Legales, contamos con expertos en grafoscopía con amplia experiencia en casos judiciales. Si necesitas verificar la autenticidad de una firma o documento, contacta con nosotros y te ayudaremos con un análisis riguroso y profesional.